Hace 42 años, el 12 de junio de 1981 para ser precisos, un inolvidable personaje apareció en la pantalla grande por primera vez. A Indiana Jones lo vimos entonces recorriendo la jungla peruana en busca de un ídolo dorado en la que es considerada, por muchos, la mejor secuencia inicial para una cinta de acción en la historia del cine.
Auténtico, audaz e intrépido al personaje del arqueólogo interpretado por Harrison Ford le bastaron 14 minutos —lo que dura esa secuencia inicial— para ganarse nuestros corazones y colocar la piedra angular de una franquicia cinematográfica que se extiende hasta nuestros días.
Ayer se estrenó en varias partes del mundo Indiana Jones y el dial del destino con un Harrison Ford de 80 años trayendo de vuelta a la pantalla a Indy, el emblemático personaje que busca cautivar a las nuevas generaciones mientras se lanza a la aventura en busca de un artefacto llamado el Mecanismo de Anticitera, considerado como la primera computadora de la humanidad, que en la cinta tiene el poder de regresar el tiempo.
A estas alturas no sabemos si la nueva cruzada de Indiana Jones bastará para que las generaciones más jóvenes lo volteen a ver, pero es un hecho que el personaje sigue vigente entre quienes crecimos con él. ¿Cómo lo ha hecho? ¿Qué lecciones podemos aprender del legendario arqueólogo para aplicarlas a la definición de nuestras marcas? Aquí hay cinco factores por los que Indy sigue vigente y que deberías aplicar al desarrollo de tu marca.
1. Reconocimiento
Basta ver la silueta de un hombre con un sombrero fedora café para pensar en el personaje. Si le agregas una cazadora de piel y un látigo, la referencia es absoluta. Como toda buena marca, Indiana Jones es inconfundible e inmediatamente reconocible. Pero no solo se trata de recordación, su imagen evoca una narrativa de espíritu aventurero. Sabemos que si Indy está cerca, también lo están algún objeto arqueológico, el peligro, la aventura y la promesa de una gran historia.
2. Presencia global
Puedes viajar a cualquier parte del mundo y el nombre de Indiana Jones significará exactamente lo mismo. El arqueólogo es amado y reverenciado en los cinco continentes. Claro, eso se debe en parte a la globalización y al alcance que tienen las películas de Hollywood, pero no todos corren con la misma suerte. Así como sucede con las marcas, los personajes del cine corren el riesgo de no ser comprendidos o abrazados al cruzar fronteras. Indy no es uno de ellos. No importa si está en la selva del Perú, en un castillo en Austria, en Nevada, en una biblioteca en Venecia o en un templo en Jordania, todo el mundo sabe quién es Indiana Jones.
3. Un propósito claro
¿Qué hace diferente a Indiana Jones de otros arqueólogos y exploradores que hemos visto en el cine? El doctor Jones no busca los objetos para quedárselos, utilizar sus poderes o lucrar con ellos. Su propósito es claro: debe de llevarlos a un museo. Basándose en figuras históricas como Hiram Bingham (quien descubrió Machu Pichu en Perú), Percy Fawcett (un soldado y explorador de la armada británica) y Langdon Warner (el profesor de Harvard y curador de un museo que exploró China y Japón), George Lucas, Steven Spielberg y Lawrence Kasdan le dieron a Indy una personalidad única y un propósito claro. Indiana Jones ha sido siempre el mismo personaje. Puede ganar experiencia y aprendizaje con el paso del tiempo, pero hay consistencia en torno a sus objetivos y anhelos. ¿Sucede lo mismo con tu marca?
4. Identidad visual sólida
No son solo el sombrero, el látigo y la chamarra de cuero. Las películas (y aquí podemos agregar videojuegos, series de TV y atracciones temáticas en parques de diversiones) poseen una estética única. En la paleta de colores dominan los tonos que remiten a la tierra: amarillo, café, ocre. Indy es un arqueólogo y trabaja con la tierra. En cada entrega existe esa consistencia que logra una identidad visual. Además, está el inconfundible logotipo con los colores de un atardecer en el desierto que empata a la perfección con la trama y tonalidades de la cinta. Si a lo visual agregamos la parte sonora con la memorable The Raiders March compuesta por John Williams tenemos una marca sólida y efectiva.
5. Adaptabilidad
Uno de los aciertos de la quinta y última entrega de la saga es que la trama se ajusta a la edad del actor que interpreta al personaje. Harrison Ford tiene hoy 80 años y lejos de pretender que Indy siga siendo el arqueólogo joven y en forma de hace 41 años (aunque sí hay unas escenas en las que Ford fue rejuvenecido por medio de la inteligencia artificial), la historia que se nos cuenta es la de un hombre maduro que no deja de ser quien siempre ha sido.
Indy: un verdadero icono
La longevidad y el impacto de un icónico personaje como Indiana Jones pueden servirnos como inspiración para crear marcas que trasciendan y que no terminen por perderse entre el ruido y la saturación del mundo actual. A través de su reconocimiento instantáneo, presencia global, propósito claro, identidad visual sólida, adaptabilidad y coherencia en su narrativa, Indy ha dejado su huella en el mundo. Sigamos sus pasos y emprendamos nuestra propia cruzada para crear marcas legendarias capaces de mantenerse relevantes pese al paso del tiempo.
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